La diabetes puede afectar los vasos sanguíneos del ojo, causando visión borrosa o manchas flotantes. Este síntoma puede ser un signo temprano de retinopatía diabética.

Si notas que tus cortes o raspaduras tardan mucho en sanar, podría ser un signo de mala circulación o daño en los nervios debido a la diabetes.

Estos síntomas, especialmente en manos y pies, podrían ser un indicio de neuropatía diabética, una complicación común pero seria.

La diabetes aumenta el riesgo de problemas cardíacos. Dolor en el pecho puede ser una advertencia de enfermedades cardiovasculares.

Si sientes una fatiga constante e inexplicable, podría ser un síntoma de hiperglucemia crónica o daño orgánico relacionado.

La diabetes aumenta el riesgo de problemas cardíacos. La retención de líquidos, especialmente en tobillos y pies, puede ser un signo de daño renal o nefropatía diabética.

Desde infecciones en la piel hasta urinarias, un sistema inmunológico debilitado por la diabetes puede ser más vulnerable a ataques bacterianos o fúngicos.

Manchas oscuras, especialmente en pliegues como el cuello o las axilas, podrían ser un signo de resistencia a la insulina o prediabetes.

Este síntoma puede deberse a mala circulación o daño nervioso, ambos relacionados con la diabetes.

La gastroparesia diabética puede causar náuseas, vómitos o problemas para digerir alimentos debido a nervios dañados en el sistema digestivo.

La falta de sensibilidad puede llevar a heridas no detectadas, aumentando el riesgo de infecciones y úlceras.